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Los músicos del «Compra Latino 2010» septiembre 15, 2010

Aquí hablaré solamente de los músicos que vi, porque todo todo no se puede ver, por aquello de las simultaneidades.

Sábado

Celso Piña

Baile baile baile. Maravilloso Macondo-cumbia. Sus éxitos de siempre y más, en un escenario en el que la tierra voló al por mayor por el baile de la banda. ¿Qué puedo decir? El Celso Piña es pura diversión.

Cecilia Toussaint

Lo mejor de este concierto fue ver cómo mi pareja se divertía como enano con el resurgimiento de Arpía. Aunque también disfruté su voz profunda, su empuje y su bailecito ochentero que nunca la abandonó. Cantó las mejores aunque le faltaron algunas más. Escuchamos la lira virtuosa y maravillosa de José Luis Domínguez, que casi él solito hizo que valiera la pena ver el concierto: limpio cuando debía, sucio cuando quería, virtuoso y adecuado siempre. Feliz regreso Arpía, larga lira José Luis.

El Cuarteto de Nos

¿Qué puedo decir que no haya dicho ya del 4teto? Pues los escuchamos nuevamente – habíamos asistido hace no mucho al Lunario, donde ofrecieron un excelente concierto, del que no sé por qué no dije nada…-.

Domingo

Panteón Rococó

Nunca había visto en vivo a este grupo y claro que conocía algunas de sus canciones más pegadizas, pero tampoco sabía que traían todo este discurso de «libertad y zapatismo». Y digo discurso y no postura, porque honestamente eso fue lo que me pareció. No pongo en duda su compromiso, pero me resultaba un tanto difícil de creer lo que decían en el contexto, dando por hecho que el festival en cuestión era un espacio de libertad… que no lo era, por los motivos que ya vimos en otras entregas. Y lo siento, pero como ya comenté en este espacio alguna vez, la música, como en este caso no está desligada a la marca, en muchos casos no puede estar desligada de la política.

La verdad es que no sé por qué le gusta tanto a la banda Panteón Rococó, digo, sí, está chido: «abajo y a la izquierda que los políticos se vayan a la mierda», claro que estoy de acuerdo, pero ¿cómo hablar de abajo a la izquierda como postura política, cuando el derredor era chocante con esa declaración? yo diría: «abajo y a la izquierda que los corporativos de vayan a la mierda», pero claro, hubiera sido todavía más chocante el mensaje, jajajaja.

Los Auténticos Decadentes

Tenía referencia de este grupo por «La Guitarra» y «Gente que no», a duo con Todos tus Muertos cuando el grupo era completo. La verdad es que son tan divertidos en vivo como en estudio, y de que prenden a la banda no hay duda. Deslució un poco «Gente que no», porque aunque Pablito de TTM la cantó ahí a dúo, no tiene, ni por mucho, la vibra y la prendidez de Fidel Nadal. Fue interesante que también participó «Banda de Turistas», y bueno, ya al final de su concierto, aquello era un carnaval en el escenario que daban ganas de subirse a bailar con todos ellos. La pura fiesta.

Los Odio!

Quería ver a este grupo nomás por el nombre, nunca lo había oído y ni siquiera sabía que existía. Fue una grata y chistosa sorpresa. Formado por Paco Huidobro, Jay de la Cueva, Tito, Ernesto Domene y Quique Rangel, en su myspace se definen como «puro gañán» y los halagos hacia ellos – de parte de ellos mismos por cierto – son cosas como: «Nunca antes el mal gusto y la falta de objetividad habían dado un resultado tan fallido en la música, si a esto se le puede llamar así…». En fin, que son puro cotorreo, músicos re buenos en el puro cotorreo. Ruidosones y cochinones, aunque lo más divertido son sus letras y sus vestimentas de «beatles» chilangos, y el excelente e irreverente cover de «Helter Skelter» de los Beatles, titulado «Qué desvergue», en donde dice: «nena haga lo que haga siempre la cago…» y cosas por el estilo. «Pelos en el mouse» es otra imperdible: «tu no puedes criticarme tienes pelos en el mouse también». En fin, irreverencia al por mayor, para bajarse su disco, da clic aquí.

Calle 13

LUZ VERDE PARA INVADIR ARIZONA. La verdad es que yo me quería partir en dos para ver a Rodrigo y Gabriela y para ver a Calle 13. Al final la reflexión fue: a Rodrigo y Gabriela los quiero ver en otro foro, a Calle 13 no creo. Porque no creo que vaya a ir a otro concierto que den en México. Pero después del show que montaron y la energía que transmitieron, lo actual del mensaje político y la inclusión con la que el Residente le hablaba al público, seguramente que si vienen otra vez, voy de nuevo. Como dije alguna vez, a un buen reguetón no le hago el feo. Ja.

 

La gente en el «Compra Latino 2010»

En aras de abonar a la clasificación que tanto nos gusta a los humanos, puedo decir que vi: chavitas aguerridas, fresitas bailadores y algunos desorientados, rucos rucos pero «rockeros», chavos súper banda, de esos que dan codazos al por mayor y no les importa voltearte la chela encima, «niñas» que acompañaban a sus novios porque «a él le gusta», otras y otros más que sacaron el guardarropa de moda alter para tirar rostro, no faltó quien a las 7 de la noche, con los mejores grupos por venir, ya estaba tirado en el pasto por exceso de cerveza y/o sustancias, las personas que vendían en los puestos, el chavo que se consiguió la chamba de vender chelas pero que a la hora de su grupo favorito cantaba a todo pulmón con su charola de chelas en lugar de gritar «¡cervezaaaaaaaa, cervezaaaaaa!». En fin, un público diverso, aunque pude ver pocas expresiones de identidad sexual diferente a la hetero, y no sé qué tanto espacio habría para las mismas, tal vez no mucho, pues sí era un ambiente muy «machín», hasta en ciertas morras, que saben que si no se ponen rudas, «se las llevan al baile»; no faltó la chavita angustiada que después de ser empujada un montón de veces, decidió ponerse a empujar, pero a quien no la había empujado, justificándose: «¡pues es que todos me empujan!», y ante la respuesta, de mi parte «¡sí, pero yo no, si no quieres que te empujen vete a tu casa!» no supo qué decir. Eso sí, aromas que más bien eran olores, entre carne frita y sudor añejo de la carne frita ingerida. Los baños pudieron ser peores, pero sí había muchos y «pasables». ¿Papel? Ni soñarlo, eso había que llevarlo cada quien si se quería.

Sé que hasta este momento suena como un lugar espantoso. Tampoco lo era tanto en realidad. Y es que lo que pasa es que las concentraciones humanas son así, casi siempre llenas de basura y descontroladas; casi siempre con representantes de lo más expresivos de un montón de contextos socioculturales, que confluyen porque tienen algo en común. Tal vez podríamos decir que las personas que asistimos tenemos algo en común: nos gusta la música. Pero también otra cosa: pudimos pagarlo o nos regalaron boletos…

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